10 claves para seducir con tu titular

Pensar el título idóneo para un post es un momento que merece cierta inversión de tiempo, pues se trata de un elemento importantísimo a la hora de captar la atención de los lectores. De hecho, si la elección es buena, habrá retorno de la inversión: se traducirá en clics.

Y es que cuando hablamos de titular nos estamos refiriendo al viejo arte de la seducción. Por ello, se debe vestir el texto con las mejores galas, ponerlo “guapo”, para que sea irresistible para el lector. En cualquier caso, se trata de la puerta de acceso al contenido, por lo que según la decisión que tomemos pueden ocurrir dos cosas: podemos acertar e invitar al lector a que se adentre en el contenido, o que no pique el anzuelo porque no hayamos utilizado un buen cebo y ser ignorados.

A estas alturas supongo que  os estaréis preguntando: ¿y qué puedo hacer para que me lean? Pues ahí van 10 cuestiones que no deberían faltar en ningún titular:

  • Usa palabras clave (keywords). Es fundamental, pues de esta forma, contribuirás al buen posicionamiento de tu post (SEO). Digamos que seducirás a Google. Además, situarás a tu lector en el contexto desde un primer momento.
  • Concisión. Un buen titular es aquel que, pese a ser de extensión reducida, logra trasladar la idea y causar un impacto.
  • No desveles todo. Debemos contextualizar sí, y también trasladar una idea. Pero no es aconsejable desvelar todo el contenido en el titular, porque de esta forma perderemos a nuestro público antes de haberlo captado. Se ha de conseguir que, a través del titular, al lector le surja la necesidad de seguir leyendo, sin entrar en detalles.
  •  Conoce a tu público. Fundamental. Nunca se debe subestimar a un lector, pero tampoco dar por sabidas cuestiones técnicas que quizá no conozca. Trata de simplificar los conceptos, de manera que sea accesible para el público al que quieres dirigirte.
  • Números y listas. A los humanos nos encantan los rankings y las grandes cifras. Un titular que contenga una cifra de dinero con muchos ceros o que hable de alguna cuestión que abarque un elevado número de personas resultará más efectivo. También funcionan muy bien las listas con consejos (3, 5, 10…) o listas con ejemplos de errores (10 errores imperdonables…).
  • Preguntas. Dirígete a tu destinatario. Hazlo pensar. La curiosidad le hará sumergirse en tu contenido.
  • Atracción. Es la clave. Debemos atraer para seducir. Por ello, el titular ha de tener gancho, despertar las emociones de quien lo lea.
  • Originalidad. Hay que huir de los estereotipos. Trata de ir más allá, de plantear cuestiones que todavía nadie ha contemplado. ¡Innova!
  • Que contenga la esencia. No se debe perder de vista esta cuestión. Los 8 puntos anteriores son muy importantes, pero jamás debemos alejarnos de la esencia del texto, pues lo que sugiere el titular es lo que cualquier lector creerá que va a encontrar al continuar con su lectura.
  • Que sea social. Quizá una de las cuestiones que menos años lleva en la lista. Cuando te venga a la cabeza un posible titular, plantéate siempre si es susceptible de ser “exportado” a Twitter. De este modo, podrá ser compartido sin problemas. Si el titular cabe en un tweet ya habrás cumplido alguno de estos consejos.

Y ahora ¿cuál es el siguiente paso?. Interioriza estos consejos y empieza a ponerlos en práctica para dar forma a tus titulares. Porque los titulares reforzarán tu posts y tus post reforzarán tu blog corporativo.

¿Sabes escribir un buen post?

 

Es probable que la mayoría de los que os planteéis esta pregunta automáticamente concluyáis con un no rotundo. Y es que la inseguridad y el miedo a lanzarse a la piscina de las palabras supone un hándicap para aquellos que quieren desarrollar una estrategia digital para su negocio e incluir un blog en ella.
Es innegable que la soltura a la hora de ponerse a escribir un post es un valor añadido, pero la mayoría de veces no es necesario ser un gran escritor para transmitir a tu público objetivo lo que deseas.
Y es que no debemos olvidar que contamos con el mejor arma: somos expertos en aquello de lo que hablamos, en el tema que hemos escogido y que conforma nuestro contenido.

El contenido como protagonista

En primer lugar centrémonos precisamente en esto: en el contenido, el protagonista de cualquier entrada. Se trata de escoger un tema concreto, cuanto más específico mejor. Son susceptibles también cuestiones que ya hayan sido tratadas anteriormente, pero siempre se ha de aportar valor a lo que ya está publicado, ir más allá.

Si además se busca escoger un tema interesante, es recomendable comenzar con un estudio de palabras clave o Keyword Research. De esta forma, se puede identificar el volumen de búsqueda de las palabras clave relacionadas con tu negocio y analizar qué temas pueden ser más atractivos para el lector.

 

Estructura sencilla como sinónimo de asertividad

Llega el momento de empezar a escribir. Para ello, es fundamental plantear una estructura coherente, que garantice que el mensaje pueda llegar de manera clara y sencilla.

La sucesión de párrafos puede estar determinada por la importancia de las ideas planteadas, de mayor a menor, como si se tratara de una pirámide invertida en la que la idea básica se sitúa al principio y la más trivial al final. De esta forma, el lector que no se detenga a leer nuestro texto de principio a fin, solo con leer las primeras líneas extraerá el concepto fundamental.

También existe la opción de que todo el cuerpo del post sea una sucesión de ideas que en conjunto lleven a una conclusión concreta que se exponga al final. En este caso, el texto puede estar estructurado por párrafos titulados de acuerdo al tema en el que estén centrados.

En cualquier caso se debe destacar las palabras clave en el cuerpo (con negrita, por ejemplo), de forma que con un simple vistazo al texto quien vaya con el tiempo justo pueda hacerse una idea y extraer lo más importante. Además, es aconsejable incorporar preguntas en el cuerpo para crear un call to action y mantener alerta al lector, apelar a sus sentidos.

 

Ejemplos visuales y enlaces como complemento

No obstante, no solo se ha de prestar atención a las palabras. Los ejemplos visuales e incluso audiovisuales o gráficos (cuando el tema se preste a ello) pueden enriquecer el post y ayudar a dinamizar el blog en redes sociales.
Lo mismo ocurre con el uso de enlaces que completen el contenido. El espacio a veces es muy limitado, por lo que cuando no podemos abarcarlo todo sobre un tema el uso de enlaces externos o incluso a otros posts de nuestro propio blog amplía el conocimiento de los lectores y complementa el contenido.

 

El titular como gancho

No podemos tampoco pasar por alto la importancia de escoger un buen título. Habrá quienes empiecen por aquí y otros quizá decidan dejarlo para el final. De una forma u otra la clave es que tenga gancho e invite al lector a seguir leyendo, pues es lo primero que vemos. En este sentido, es preferible que sea corto, pero contenga la esencia de nuestro mensaje, que sintetice la idea.

 

La corrección ortográfica como garantía de calidad

Para acabar, nunca está de más hacer hincapié en la importancia de leer y releer tu post e incluso que lo lea una tercera persona que pueda encontrar erratas que tú ya no ves. Y por supuesto, queda prohibido cometer errores ortográficos, pues una falta de ortografía puede ensuciar el mejor de los textos.

 

 

Y con todo esto interiorizado volvamos con nuestro protagonista: el contenido. Y es que si cumplimos todo lo anterior nuestro mensaje llegará sin interferencias al usuario,  habremos conseguido nuestro propósito y, por lo tanto, tendremos un contenido de valor y sabremos escribir un buen post.

 

BUENO